Secretario de Energía de la Nación
Las advertencias sobre un desequilibrio en el sistema energético nacional que se observó durante el período invernal que está llegando a su fin, fueron desestimadas por el secretario del sector a nivel federal, Daniel Cameron.
"En los últimos ocho años se discutió si el país estaba o no en crisis, difícilmente un país que esté en crisis puede crecer al 9% anual y soportarlo. La realidad es que el sector energético acompañó el crecimiento del país. Hoy, están tomadas las decisiones para que los ingresos de los próximos cuatro años de equipamiento y generación vayan acompañando a la demanda, como así también fortaleciendo la disponibilidad de gas en el país", argumentó el funcionario.A su vez, objetó los cuestionamientos a la gestión kirchnerista por mantener niveles de subsidios de servicios públicos muy altos con lo cual no se produce un sinceramiento tarifario, lo que permite un aumento progresivo del gasto público.
"Este es un tema recurrente de discusión sólo por parte de la oposición. En el tiempo habrá que buscar equilibrios seguramente que pasarán siempre por quien más puede, más aporta y que nunca va a haber ninguna posibilidad de tarifazos, porque no lo ha hecho este Gobierno en ocho años. Siempre el sistema que se adopte protegerá a quien deba proteger porque no fuimos nunca contra los pobres", resaltó. Al ser consultado sobre otra de las dificultades que se abatió sobre gran parte de Argentina en relación con el desabastecimiento de combustible, Cameron sostuvo a La Gaceta que "este tema está prácticamente regularizado" y adujo que tal problemática (ya subsanada según su visión) se debió a un conflicto laboral externo surgido en el sur del país que generó complicaciones en torno al 20 por ciento en la producción de hidrocarburos lo que provocó falta de materia prima.Igualmente, el secretario de Energía reconoció en su discurso que "puede ocurrir que en algún momento, transitoriamente, también tengamos que importar nafta, la realidad es que no podríamos dejar de abastecer. Si el crecimiento propio del país nos hizo importar un poco de gas o energía eléctrica, probablemente también nos haga importar un poco de nafta que no es ningún pecado. Preferimos estar en la necesaria actividad de una rueda que viene a cinco centímetros nuestro y no en la paz de los cementerios, pues Argentina ha pasado por eso y no obtuvo el mejor de los resultados", graficó comparativamente Cameron.