La Presidenta prendió el interruptor de la central nuclear pero todavía le faltan dos años de refacciones de seguridad
La tan anunciada Atucha II, en Zárate, fue inaugurada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en cadena nacional. Y lo hizo aún cuando sólo pasaron tres meses de que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) una modificación en el diseño original de la central nuclear para evitar una posible tragedia en caso de un accidente severo, como el ocurrio en Chernobyl o Fukushima.
La noticia sobre este rediseño para permitir una parada rápida del reactor en caso de un accidente se conoció en junio pasado, cuando el diario PERFIL publicó que por fin se tendría en cuenta las advertencias de seguridad que durante cuatro años el Gobierno había desestimado con el propósito de terminar las obras de una vez.
De hecho, cuando se conoció que finalemente se iban a hacer las refacciones, PERFIL pudo saber que la inauguración se haría este mes tal como estaba previsto, pese a que varios técnicos del ámbito atómico nacional señalaron, ante la consulta, que un rediseño de este tipo implicaría una costosa parada de al menos dos años. Es decir, imposible inaugurarlo en septiembre.