Disertación sobre hidrocarburos “no convencionales” por el Ing. Rubén Etcheverry (Presidente de Gas y Petróleo de Neuquén S.A.)
FCAI-Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de San Rafael (MZA) |
El encuentro organizado por los alumnos de quinto año de la carrera de Ingeniería Química, que se dicta en Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de San Rafael (Mendoza).
El objetivo es informarse acerca de todo los relacionado con ese recurso. Se denomina “yacimientos no convencionales de hidrocarburos” a aquellos que presentan muy baja permeabilidad, lo que impide la movilidad del gas o del petróleo a través de la formación hacia el punto de extracción.
En un yacimiento no convencional no existe una roca permeable. El hidrocarburo ha quedado atrapado en los poros de la formación, por lo que, para su extracción, es necesario fracturar la roca y producir muchas grietas artificiales y forzar la movilidad. Cuando el gas se encuentra atrapado en areniscas compactas (“sandstone”), se habla de "tigth gas"; y cuando se encuentra en rocas (lutitas o “shales”), se lo titula "shale gas". Otro tipo de yacimiento no convencional es el metano de lecho de carbón (“coalbed methane”).
En los últimos años el gas y el petróleo aumentaron significativamente su precio. Los grandes yacimientos convencionales se agotan rápidamente y hay menos descubrimientos, que a su vez se ubican normalmente en niveles profundos y en el mar.
Esta menor disponibilidad del petróleo llevó a un crecimiento en el uso del gas natural, del cual hay mayores reservas, a la vez que produce un menor impacto ambiental.
Estados Unidos y Canadá fueron los primeros países en desarrollar los yacimientos de “shale gas” y “tigth gas” en la última década, principalmente. Este tipo de yacimientos permitió aumentar significativamente sus reservas y producción gasífera. En la actualidad, aproximadamente un 30% del gas que se produce en USA es “shale gas” o “tight gas”. Las proyecciones indican que esta participación crecerá al 50% antes de 2015.
Desde fines de la década del 90, la Argentina ha visto decrecer sostenidamente tanto su producción como sus reservas de gas y petróleo. En consecuencia, ha sido preciso importar crecientes volúmenes de combustibles. El país gasta unos 1.400 millones de dólares por año en importaciones de gas natural y derivados del petróleo, cifra ha venido aumentando año a año.
La identificación de yacimientos de “shale gas” y “tight gas” en la Argentina abre una perspectiva favorable para revertir o moderar las necesidades de importación.
Diapositivas presentadas en la conferencia(descarga)