El emprendimiento, que fue declarado "de interés provincial", se asentaría en la zona conocida como Pampa Amarilla, a unos 89 kilómetros al oeste de San Rafael.
El parque contaría con 200 aerogeneradores de 50kV de potencia cada uno, consignó Los Andes, citando al gerente de Wind North, Jorge Paneblanco.
Aunque de la información disponible no surje cómo se distribuiría la millonaria inversión, su magnitud -si fuera correcta la cifra dada- invita a alguna reflexión, en relación con la eventual viabilidad económica del proyecto, confrontado con otras fuentes renovables e incluso con otros proyectos eólicos.
En primer lugar, llama la atención que se hable de una inversión de casi 700 millones de dólares para un parque de 10 MW de potencia, cuando -por ejemplo- para la instalación de un parque eólico de 50 MW en Uruguay, la empresa mendocina IMPSA invertirá 100 millones de dólares, según los términos de una licitación que acaba de ganar. Este parque constará de 34 aerogeneradores de 1,5 MW cada uno. Comparando ambos proyectos, aparece como desproporcionada la inversión anunciada para el del sur mendocino, ya que sería siete veces superior para un parque generador que representa una quinta parte que el de Uruguay. Lamentablemente, la información de que se dispone no aclara si los 700 millones de dólares se destinarían al proyecto eólico solamente o también a algún proyecto asociado. Si esto último no se diera, la cifra parece desproporcionada aún si incluyera las líneas e instalaciones de conexión a la red pública .
También desproporcionada aparece la inversión frente a otras posibles fuentes renovables, que podrían estar disponibles en Mendoza. El proyecto La Lujanita, un Pequeño Aprovechamiento Hidroeléctrico (PAH), ubicado en Luján de Cuyo, cuenta con una potencia de 1,7 MW y demandó una inversión de 12 millones de dólares. Muchos especialistas siguen llamando la atención sobre el potencial de la red de riego provincial para la instalación de PAHs, posiblemente con inversiones mucho menores.
Mendoza no es una región ideal para los aprovechamientos eólicos. Según un mapa del recurso eólico nacional confeccionado recientemete, la provincia integra una región con vientos menos favorables para la generación eléctrica. Esa podría ser la razón de que el proyecto de Winds North prevea la instalación de aerogeneradores de 50 kV, en lugar de máquinas de potencia, de 1 MW o más, como se instalan en otros lugares del país. (La experiencia indica que es posible generar energía eléctrica con vientos de 5 m/s.) El factor de eficiencia -la cantidad de viento que el aerogenerador convierte en energía- es esencial en estos emprendimientos. Una de las mejores tasas del mundo se da en la Patagonia, con más de 35%.
Por otro lado, la información que se ha proporcionado indica que la iniciativa prevé la importación de los aerogeneradores, al menos en una primera etapa, siendo la intención fabricarlos en el parque industrial de Luján de Cuyo en el futuro. No se sabe cuántas máquinas se importarían y cuántas se producirían localmente, si esto último se concreta. La importación encarece el proyecto. (Paradójicamente, Argentina es el único país latinoamericano donde se producen aerogeneradores. No hay sólo una empresa, sino tres: Invap, IMPSA y NRG).
Desde el punto de vista de la comercialización, estos proyectos no son viables si antes de iniciarse su construcción no se asegura la venta de la energía a un precio y tiempo determinados. El programa Genren, del gobierno nacional, ha seleccionado proyectos de generación eólica por un total de 785 MW, con precios promedio de 126,9 dólares el megavatio/hora durante 15 años. (Ver en este blog "Cuánto se pagará por la energía eléctrica de fuentes renovables".) En el caso del proyecto de Winds North, Enarsa y Cammesa comprarían la energía, según Los Andes. Pero no se indica a qué precio y durante cuánto tiempo.
"La iniciativa cuenta con el apoyo del gobierno. Y vamos a facilitar todo lo que esté a nuestro alcance, como el parque industrial para la fabricación de los generadores. Creemos y queremos que la primera etapa arranque durante éste año, pero hay factores que dependen sólo de la esfera privada", señaló el director de Energía de Mendoza, Ernesto Tamayo.
Finalmente, está la cuestión ambiental: 200 aerogeneradores de 25 metros de altura producirán un visible cambio en el paisaje. Y según fuera la localización del parque eólico, también se considerarían su probable impacto en la fauna local y otras afectaciones propias de estos emprendimientos.
